Así empezaron los encargos


Este fue el primer encargo que me hicieron, un asiento para una sportster 883, que estaban restaurando y modificando. Cuando esté terminada, os doy mi palabra de que os la enseñaré. Al fin trabajando en la piel que se utiliza para repujar, que alivio. Lo más dificil en este tipo de asientos es dar la forma a la piel, en los cantos del asiento. La piel es bastante gruesa, de unos cuatro milímetros y hay que moldearla para que no queden bolsas. La parte de abajo del asiento, también va forrada de piel, así que antes del acabado total, hay que encolar y coser todo el contorno del asiento. Toda esta costura, está echa a mano. Por último el acabado final se le dio con betún de judea, pero esta vez se utilizó un aerógrafo para los difuminados de al rededor del dibujo. 


Os puedo asegurar que el dueño quedó encantado al igual que yo, nada mejor que un cliente con esa cara de satisfacción, y repetiría mas adelante. 
A ver si vamos a generar adicciones...








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